La Iridología Médica descifra el lenguaje que expresa nuestro iris. En el iris existe una representación de nuestro cuerpo, y a través de su observación, podemos establecer un balance de la salud global de la persona y obtener una orientación de las predisposiciones patológicas a las que podemos enfrentarnos en un futuro.
Lo interesante del estudio del iris es la posibilidad preventiva que ofrece desde los primeros años de vida, ya que observamos los puntos débiles del organismo antes de que la patologías aparezcan. Existen dos características específicas que creemos fundamentales e importantes:
Por ello, los signos irianos muestran nuestras debilidades y nuestras predisposiciones a enfermar.
La información que el estudio iridológico nos proporciona siempre ha de ser complementada con la proporcionada por el paciente.
Debido al fundamento de predisposición genética de la iridología, será de especial relevancia la historia del paciente y los antecedentes familiares del mismo.
No podemos olvidar que se trata de una herramienta diagnóstica y, al igual que en cualquier disciplina médica, es necesaria complementarla con otros instrumentos que confirmen los datos arrojados inicialmente por el estudio iridológico.
Los constructores de nuestras catedrales nos han dejado importantes testimonios en sus esculturas.
En la Catedral de Vezeley podemos observar una imagen en la que encontramos el cuerpo del hombre formando una rueda enrollada al revés, con la cabeza tocándose los pies. Esta es la manera en la que nuestros órganos se proyectan en el iris y se corresponden con los diferentes sectores en los que centramos su estudio.
Reproducción de la imagen de la catedral de Vezeley en el Palacio de Luquin.