LA IMPORTANCIA DEL BUEN ESTADO DE LA BOCA Y DEL APARATO DE LA MASTICACIÓN EN EL EQUILIBRIO POSTURAL

Publicada: el 15 de Noviembre del 2012

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Para hacernos una idea de la importancia que tiene el estado de nuestra boca y el aparato de la masticación en el equilibrio postural, hemos de hacer una pequeña introducción que nos permitirá comprender mejor la relación entre la cabeza, la boca y el equilibrio de nuestro cuerpo.

El maxilar superior (hueso donde están insertados los dientes) y el maxilar inferior, forman parte de los huesos de la cara y del cráneo. Ambos están relacionados con otros huesos de la cabeza. Concretamente, el maxilar inferior está directamente relacionado con el hueso temporal.

Las disfunciones de la ATM (articulación temporo mandibular) que es la articulación que nos permite abrir y cerrar la boca, tienen su repercusión en los demás huesos de la cabeza y consecuentemente en la postura.

Por otro lado, existe un nervio, el llamado nervio trigémino, que es el nervio motor y sensitivo del aparato de la masticación, de la articulación temporo mandibular, de las encías y de los dientes. El trigémino es un nervio muy importante que, además, mantiene estrechas relaciones con otros nervios y si las informaciones que recibe no son óptimas, pueden crearse asimetrías en la musculatura del cuello y de los hombros, entre un lado y otro del cuerpo.

Existen múltiples causas que pueden perturbar el buen funcionamiento de la masticación:


-En primer lugar, nuestros dientes: Malas posiciones o colocación anormal de los dientes, mal estado y falta o pérdida de piezas dentarias. Es importante vigilar el estado de los dientes desvitalizados ya que pueden ser focos dentarios responsables no sólo de problemas de salud sino también de problemas posturales. Así mismo, los problemas en las raíces de los dientes, pueden estar también en el origen y mantenimiento de alteraciones posturales.

-En segundo lugar, los microgalvanismos: Es importante verificar la calidad de los metales que tenemos en la boca ya que existe la posibilidad de que entre dos metales diferentes situados en un medio húmedo como es la boca, se creen microcorrientes que perturban, no sólo el sistema postural sino también nuestro estado de salud, especialmente situaciones de cansancio no atribuidas a otras causas.

-En tercer lugar, el estrés: La personas con altos niveles de estrés suelen apretar los dientes impidiendo con ello que la mandíbula descanse y provocando grandes contracturas en los músculos de la masticación. La fuerza que puede llegar a ejercerse es de hasta 200 kg por centímetro cuadrado. Esta situación puede verse intensificada con el bruxismo, ocasionándose sintomatología variada como cefaleas, cansancio y dolores cervicales.

-Por último, la ortodoncia: El hecho de aplicar fuerzas sobre los dientes con el fin de que éstos se desplacen, tiene grandes consecuencias en el sistema postural. La ortodoncia es muy importante y necesaria en la reconducción de la posición de las piezas dentarias. No obstante, es importante conocer que ésta influye en la creación de tensiones en los maxilares que a su vez se transmiten a otras partes del cuerpo. Son mayoritariamente las personas en edad adolescente a quienes se les trata con ortodoncia. En la edad adolescente el proceso de crecimiento continúa y se es mucho más vulnerable a los cambios posturales que en otras etapas del ciclo vital. Nuestra visión y consejo médico es que, en los casos de ortodoncia, es necesaria la complementación del tratamiento osteopático para prevenir desviaciones posturales y raquídeas.

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