ROTACIÓN DE LA CABEZA:

En posición erguida, manteniendo el tronco quieto y con los hombros caídos, hacemos girar la cabeza hacia un lado ayudándonos de los ojos que nos acompañarán en el movimiento. Luego hacemos lo mismo al otro lado.

Es importante que el ojo persiga a la oreja. Esto nos ayudará a mantener el eje vertical a la hora de hacer el movimiento.

Cada vez que hagamos un movimiento, lo acompañaremos de una larga espiración a modo de alivio y sin tensión, para que el estiramiento sea más eficaz.


INCLINACIÓN LATERAL DE LA CABEZA:

Tomamos la posición de erguidos y hombros caídos.

El primer paso de este ejercicio consiste en dirigir la oreja derecha hacia el hombro derecho. En esta posición, hacemos tres respiraciones alargando la espiración, sin tensión y manteniendo los hombros caídos.

Ahora hacemos lo mismo, dirigiendo la oreja izquierda hacia el hombro del mismo lado. Mantenemos igualmente, las tres respiraciones.

Notaremos el progresivo alargamiento muscular asociado a cada espiración.


FLEXIÓN DE LA CABEZA:

En posición erguida, cruzamos las manos colocando la mano derecha en la clavícula izquierda y la mano izquierda en la clavícula derecha.

El ejercicio consiste en flexionar la cabeza hacia adelante procurando llevar la barbilla hacia el hueco encima del esternón.

Flexionamos la cabeza y haciendo una larga espiración, bajamos los hombros a la vez que tiramos de las clavículas hacia abajo.  

Manteniendo la postura, volvemos a coger aire sin levantar los hombros y repetimos el estiramiento.

 
Nota: Todos estos ejercicios también los podemos hacer sentados.