Los Seres Humanos podemos dar gracias a la vida por la posibilidad de experimentar estrés. Y me explico.

Podemos hablar de estrés en términos adaptativos (el estrés como energía que nos facilita la adaptación a los retos, desafíos y aprendizajes que la vida nos plantea; en este caso le damos el nombre de eustrés). Junto a esta versión positiva y adaptativa del estrés, también encontramos la versión dañina, desadaptativa, disfuncional y patologizante del mismo. En este caso, hablamos de distrés.

Al considerar el afrontamiento eficaz del estrés con Micro Inmunoterapia, eje de esta noticia, nos centraremos en las consecuencias del distrés o la hiperactivación psicofisiológica permanente y prolongada del organismo.

Concretamente nos centraremos en la relación entre estrés y sistema inmune.

Las graves consecuencias del estrés sobre el sistema inmune se manifiestan en la depresión de la inmunidad, en la alteración del sistema homeostásico o autorregulador natural del organismo y en la supresión de nuestra capacidad defensiva. Una de las más importantes alteraciones de inmunidad deriva del desequilibrio entre el Cortisol (en situaciones de estrés aumenta su liberación por parte de las glándulas suprarrenales) y la hormona denominada DHEA o dehidroepiandrosterona. Al contrario que el Cortisol, ésta última disminuye en situaciones de estrés. Se trata de un intermedio metabólico producido en las suprarrenales que cuenta con propiedades antiglucocorticoides, antiinflamatorias y neuroprotectoras y efectúa una acción de bloqueo de la excitotoxicidad.

Una descompensación prolongada entre Cortisol y DHEA incide negativamente en múltiples sistemas del organismo y aumenta la probabilidad de enfermar.

Así mismo, el estrés da lugar a una elevada producción de adrenalina. Ésta última inhibe la expresión de otros mecanismos (receptor de la IL -2) que repercuten en la regulación celular. La adrenalina también produce una disminución de la actividad de células (NK) que son importantísimas en la defensa inmunitaria no específica.

Es en estos importantes desequilibrios acontecidos en el sistema inmunitario donde puede intervenir la Micro Inmunoterapia. En este caso, su objetivo es equilibrar y restablecer la seguridad inmunológica hasta reducir el estrés a niveles adaptativos y estimuladores.

La Micro  Inmunoterapia utiliza citoquinas (proteínas que regulan la función de las células), factores de crecimiento (conjunto de sustancias, la mayoría de naturaleza proteica que junto con las hormonas y los neurotransmisores desempeñan una importante función en la comunicación intercelular) y ácidos nucleicos específicos en diluciones homeopáticas.

La fórmula específica de Micro Inmunoterapia nos ofrece una respuesta efectiva e innovadora dirigida a modular el sistema inmunitario y conseguir una respuesta óptima al estrés.


Foto: Revista médica de la Asociación Española de Micro Inmunoterapia. Nº 11.

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